Pixie en los suburbios (ed. 20 aniversario)
“Sentía que era viernes aunque no era viernes. Estás enamorado cuando estás con alguien y sientes que es viernes aunque no sea viernes”.
Cuando apareció por primera vez en el año 2001 bajo el sello Joaquín Mortiz, Pixie en los suburbios fue descrita como una “novela generacional (…) un verdadero recorrido por una nueva época y sus contraseñas (…) irreverente, fatalista, ágil, grosera, erótica, romántica, tecnologizada, obsesiva, satírica y conmovedora (…) sigue una rica tradición de novelas con jóvenes como protagonistas, desde En el camino de Jack Kerouac hasta Trainspotting de Irving Welsh”.
El protagonista de esta historia, un nihilista veintañero directivo de una empresa, se enamora de Pixie, quien trabaja en un cine recogiendo las entradas. Pero, como sucede en todos los encuentros amorosos, esto ocasionará que su vida cambie por completo, al grado de terminar casándose con la hermana, Midyet. A partir de ese momento se verá envuelto en una vertiginosa serie de acontecimientos que van desde ser golpeado por un empleado de Burger King hasta trabajar en las noches en un supermercado. A trece años de su publicación original, de equívoco en equívoco y con gran humor, Pixie en los suburbios sigue siendo una novela relevante en el panorama de la Generación XXX (escritores nacidos en la década de los setenta), y que la académica Emily Hind ha descrito como “una generación cuyo desdén hacia la posteridad es su rasgo definitorio”. Pixie en los suburbios es una novela de amor cínico, desencantado, cursi pero anticursi, sobre dos outsiders que se encuentran en el lugar y la más inesperada de las situaciones. Sí: una intensa educación sentimental.
Han dicho sobre Pixie en los suburbios:
“Una historia cargada de nitroglicerina sobre la generación molotov. una intensa educación sentimental” —Juan Villoro
“Me divirtió mucho por su irreverencia, lo lépero y provocativo, combinado con gracia y ternura, y con un inagotable instinto narrativo” —José Agustín
“Es como ver MTV en vez de hacer la tarea: es el tipo de novela que gana adictos y enemigos, y en donde el placer supera la culpa” —Alberto Fuguet
“Sentía que era viernes aunque no era viernes. Estás enamorado cuando estás con alguien y sientes que es viernes aunque no sea viernes”.
Cuando apareció por primera vez en el año 2001 bajo el sello Joaquín Mortiz, Pixie en los suburbios fue descrita como una “novela generacional (…) un verdadero recorrido por una nueva época y sus contraseñas (…) irreverente, fatalista, ágil, grosera, erótica, romántica, tecnologizada, obsesiva, satírica y conmovedora (…) sigue una rica tradición de novelas con jóvenes como protagonistas, desde En el camino de Jack Kerouac hasta Trainspotting de Irving Welsh”.
El protagonista de esta historia, un nihilista veintañero directivo de una empresa, se enamora de Pixie, quien trabaja en un cine recogiendo las entradas. Pero, como sucede en todos los encuentros amorosos, esto ocasionará que su vida cambie por completo, al grado de terminar casándose con la hermana, Midyet. A partir de ese momento se verá envuelto en una vertiginosa serie de acontecimientos que van desde ser golpeado por un empleado de Burger King hasta trabajar en las noches en un supermercado. A trece años de su publicación original, de equívoco en equívoco y con gran humor, Pixie en los suburbios sigue siendo una novela relevante en el panorama de la Generación XXX (escritores nacidos en la década de los setenta), y que la académica Emily Hind ha descrito como “una generación cuyo desdén hacia la posteridad es su rasgo definitorio”. Pixie en los suburbios es una novela de amor cínico, desencantado, cursi pero anticursi, sobre dos outsiders que se encuentran en el lugar y la más inesperada de las situaciones. Sí: una intensa educación sentimental.
Han dicho sobre Pixie en los suburbios:
“Una historia cargada de nitroglicerina sobre la generación molotov. una intensa educación sentimental” —Juan Villoro
“Me divirtió mucho por su irreverencia, lo lépero y provocativo, combinado con gracia y ternura, y con un inagotable instinto narrativo” —José Agustín
“Es como ver MTV en vez de hacer la tarea: es el tipo de novela que gana adictos y enemigos, y en donde el placer supera la culpa” —Alberto Fuguet
“Sentía que era viernes aunque no era viernes. Estás enamorado cuando estás con alguien y sientes que es viernes aunque no sea viernes”.
Cuando apareció por primera vez en el año 2001 bajo el sello Joaquín Mortiz, Pixie en los suburbios fue descrita como una “novela generacional (…) un verdadero recorrido por una nueva época y sus contraseñas (…) irreverente, fatalista, ágil, grosera, erótica, romántica, tecnologizada, obsesiva, satírica y conmovedora (…) sigue una rica tradición de novelas con jóvenes como protagonistas, desde En el camino de Jack Kerouac hasta Trainspotting de Irving Welsh”.
El protagonista de esta historia, un nihilista veintañero directivo de una empresa, se enamora de Pixie, quien trabaja en un cine recogiendo las entradas. Pero, como sucede en todos los encuentros amorosos, esto ocasionará que su vida cambie por completo, al grado de terminar casándose con la hermana, Midyet. A partir de ese momento se verá envuelto en una vertiginosa serie de acontecimientos que van desde ser golpeado por un empleado de Burger King hasta trabajar en las noches en un supermercado. A trece años de su publicación original, de equívoco en equívoco y con gran humor, Pixie en los suburbios sigue siendo una novela relevante en el panorama de la Generación XXX (escritores nacidos en la década de los setenta), y que la académica Emily Hind ha descrito como “una generación cuyo desdén hacia la posteridad es su rasgo definitorio”. Pixie en los suburbios es una novela de amor cínico, desencantado, cursi pero anticursi, sobre dos outsiders que se encuentran en el lugar y la más inesperada de las situaciones. Sí: una intensa educación sentimental.
Han dicho sobre Pixie en los suburbios:
“Una historia cargada de nitroglicerina sobre la generación molotov. una intensa educación sentimental” —Juan Villoro
“Me divirtió mucho por su irreverencia, lo lépero y provocativo, combinado con gracia y ternura, y con un inagotable instinto narrativo” —José Agustín
“Es como ver MTV en vez de hacer la tarea: es el tipo de novela que gana adictos y enemigos, y en donde el placer supera la culpa” —Alberto Fuguet